NECESITAMOS:
LECHE.
HUEVOS.
AZÚCAR.
CANELA EN POLVO.
ACEITE.
EL PAN LO CORTAMOS A REBANADAS, Y A CONTINUACIÓN LO REGAMOS CON LECHE (HAY GENTE QUE ESTA LECHE LA DEJA INFUSIONAR CON UNA RAMA DE CANELA Y UNA CÁSCARA DE LIMÓN, YO NO LO HAGO ASÍ, AUNQUE NO DUDO QUE ESTÁN TAMBIÉN MUY BUENAS), LAS DEJAMOS UN RATO HASTA QUE ABSORBAN BIEN EL LÍQUIDO. SEGUIDAMENTE LAS PASAMOS POR HUEVO BATIDO, LAS FREÍMOS Y LAS REBOZAMOS EN UNA MEZCLA DE AZÚCAR Y CANELA. LAS DEJAMOS ENFRIAR Y YA ESTÁN LISTAS PARA COMER.
Mari, realmente te han quedado exquisitas, me recuerda a la niñez.
ResponderEliminarMuxus
Me llevo un par de ellas para la merienda.
ResponderEliminarSaludos
Marí, los dulces de Semana Santa son una gozada
ResponderEliminarRiquisimas estas torrijas,
Un besote
Muchas gracias por vuestros comentarios, y estoy de acuerdo con Rosa, a mí también me recuerda un poco cuando se hacían por estas fechas en casa de mis padres, es un dulce que además de estar buenísimo, sirve para aprovechar restos de pan.
ResponderEliminarNo creo que tarde mucho en volver a hacerlas, así que estáis invitados.
Un saludo.
Super ricas, hoy las hemos comido de postre, bsss.Sefa
ResponderEliminar¡Anda cómo te cuidas, Sefa!... La verdad es que están de vicio.
ResponderEliminarUn saludo.
Qué ricas Mari, tienen una pinta...!! yo todavía no he hecho, a ver si me pongo a ello!! un besito
ResponderEliminarQue ricassssssss,
ResponderEliminarMari pasate por mi blog y recoge tu premio
http://jugandoenmicocina.blogspot.com/
Besitos